Voces, propuestas y análisis se enarbolan en cada discurso en el marco de la celebración del bicentenario de la patria para rescatar lo mejor de los hombres y mujeres que a lo largo de la historia dieron por la independencia de nuestra Nación.
Muchas son las propuestas y anhelos dejados en cada discurso de cara hacia el futuro, pero si no entendemos que la existencia del futuro de nuestra patria debe estar centrada en una niñez sin hambre, con educación y salud, difícil será que esta sea independiente.
Un país donde unos pocos se enriquecen a cuesta de la sumisión de muchos, donde sobra la comida y millones de niños viven en la pobreza e indigencia, cercenados por la desnutrición, las adicciones, la desigualdad, la violencia y otras tantas inmorales e irracionales causas que se transforman en una catástrofe social planificada para el saqueo de los bienes que son de nuestro país.
Entonces para rendir culto a Moreno, Belgrano, San Martín, Paso entre otros patriotas que dieron todo por la independencia nacional, deberíamos resolver los problemas que afectan a nuestro pueblo y nos degradan como Nación, como lo es terminar con el hambre ante el afán excesivo de riquezas sin escrúpulos que genera el desenfreno de la concentración de la riqueza.
Para comenzar a transitar un bicentenario con patriotismo, debemos eliminar la planificación del hambre con todas sus consecuencias. Esta debe ser la primera y prioritataria de las medidas a implementar, para que a partir de que nuestros pibes estén bien alimentados, gocen de plena salud y puedan ser educados y formados para comenzar a construir una patria libre y soberana.
Como ciudadanos si pretendemos vivir en un país libre, debemos asumir el compromiso con un rol activo y colectivo, para que nuestros gobernantes en todos sus estamentos enfrenten la planificada miseria instrumentadas por unos pocos, para que con una niñez plena podamos hacer que tengamos justicia social, libertad y desarrollo.
Miguel Peiretti
Director
Un país donde unos pocos se enriquecen a cuesta de la sumisión de muchos, donde sobra la comida y millones de niños viven en la pobreza e indigencia, cercenados por la desnutrición, las adicciones, la desigualdad, la violencia y otras tantas inmorales e irracionales causas que se transforman en una catástrofe social planificada para el saqueo de los bienes que son de nuestro país.
Entonces para rendir culto a Moreno, Belgrano, San Martín, Paso entre otros patriotas que dieron todo por la independencia nacional, deberíamos resolver los problemas que afectan a nuestro pueblo y nos degradan como Nación, como lo es terminar con el hambre ante el afán excesivo de riquezas sin escrúpulos que genera el desenfreno de la concentración de la riqueza.
Para comenzar a transitar un bicentenario con patriotismo, debemos eliminar la planificación del hambre con todas sus consecuencias. Esta debe ser la primera y prioritataria de las medidas a implementar, para que a partir de que nuestros pibes estén bien alimentados, gocen de plena salud y puedan ser educados y formados para comenzar a construir una patria libre y soberana.
Como ciudadanos si pretendemos vivir en un país libre, debemos asumir el compromiso con un rol activo y colectivo, para que nuestros gobernantes en todos sus estamentos enfrenten la planificada miseria instrumentadas por unos pocos, para que con una niñez plena podamos hacer que tengamos justicia social, libertad y desarrollo.
Miguel Peiretti
Director
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