jueves, 31 de marzo de 2016

El debate de la lechería para la próxima década
Colonización o cooperación

La grave crisis lechera viene reduciendo los salarios de quienes trabajan en el tambo, como consecuencia de las constantes perdidas que vienen arrastrando los pequeños y medianos productores, una gran cantidad de puestos de trabajo se encuentran en peligro. Este desalentador panorama proyecta para nuestras poblaciones una fuerte crisis social en la que las comunidades silenciosamente se están dejando arrastrar.
Néstor Roulet, actual secretario de Agregado de Valor del Ministerio de Agroindustria y ex titular de Confederaciones de Asociaciones Rurales de la Tercera Zona (Cartez), al recorrer nuestra zona en épocas que el productor lechero cobraba 3,25 por litro de leche, para convencer que la salvación era Cambiemos, le decía a los productores lecheros que el subsidio de 0,30 cvs que otorgaba el gobierno kirchnerista era solo una aspirina, «ya debería ser de 70 centavos», sostenía y al mismo tiempo aseguraba que tenían un programa para dejar de depender del subsidio para que el productor cobre lo que le corresponde.
El productor le creyó y en su inmensa mayoría votó por cambiemos, Néstor Roulet logró su objetivo conseguir un lugar en el ministerio y nunca más volvió a explicar las razones por la que no solo que dieron continuidad al programa del gobierno anterior, sino que resolvieron políticas que incrementó de manera exorbitante el costo productivo a través de la devaluación y la quita de retenciones y con una percepción de 2,49 por litro de leche, resolvieron seguir con subsidio de 0,40 cvs. Los dirigentes de nuestra región que acompañaban al hoy funcionario garantizando lo que proponía, al colgar mayor cantidad de peso al collar de bochas que venían teniendo, se quedaron como silenciosos espectadores de la debacle del principal sustento económico de toda la zona.
Ante un gobierno que sostiene según lo expresado por el Sub Secretario de Lechería de la Nación, Alejandro Sammartino que el Estado no va intervenir, porque es lo que el productor resolvió en las últimas elecciones y además porque considera que deben dejar que el libre mercado acomode la situación a través de la demanda y la oferta, un funcionario como Ricardo Negri que dijo publicamente que se encargo de operar para que la Ley de lechería presentada en el Congreso por Pedro Morini, no fuera aprobada, sosteniendo que la lechería no se debe regular mientras la industria y la comercialización se queda con la mayor tajada y el productor se funde, con un sector industrial que concentra el 80 % de la producción donde no solo esclaviza al tambero con la fijación de precio, sino que además lo endeuda exigiendo inversiones para terminar el plan iniciado en 1976 por la dictadura que significo la desaparición de 180 mil pequeños productores, entre ellos más de 40 mil tamberos, quedando en la actualidad algo más de 10 mil, de los cuales el 8,8 % concentra el 32,4 % de la producción total, proyectando para los próximos meses según lo que vienen expresando técnicos, analistas y dirigentes, como consecuencia de políticas que permiten el aplastamiento del productor con el precio consiguiendo que muchos de ellos terminen liquidando la actividad por alto nivel de endeudamiento y en otros casos el alejamiento de la actividad por desmoralización, vaticinando la caída de unos 3 mil tambos en pocos meses, lo que concentrara aún más la actividad.
Esta política de instauración conservadora y de concentración, en el caso de la lechería que genera según datos de hace algunos años de Acha ocupa 90 mil personas, 55 mil de ellas en forma directa en el tambo: el propietario y el tambero y sus respectivas familias; peones, veterinarios, ingenieros agrónomos y contratistas, entre otros.
Así mismo indica que la mano de obra indirecta generada en los pueblos es de 45 mil personas que se reparten en los comercios de agroquímicos y semillas, las veterinarias, las entidades de control lechero, talleres, transportistas, fabricantes de maquinaria e implementos agrícolas, industrias lácteas, fabricantes de envases, laboratorios, centros de inseminación artificial, consignatarios de hacienda y servicios, entre otros. El 70 % de esos puestos de trabajo se encuentran distribuidos en las cuencas de la provincia de Córdoba y Santa Fe, impactando con mayor fuerza en nuestra región por ser la de mayor volumen productivo del país.
Este cuadro de situación que viene impactando desde hace varios meses como consecuencia de la caída en un 30 % del salario que recibe la familia que se dedica al ordeñe frente a una inflación y devaluación de más de un 40 %, junto a la reducción del movimiento económico en general provocado por las pérdidas que sufre el productor lechero que en la actualidad estaría en el orden del 45 %, causo una alta caída en las ventas comerciales y en la prestación de servicios, reduciendo las posibilidades de acceso al trabajo de los jóvenes que buscan ingresar al mercado laboral, agudizándose en los últimos sesenta días con suspensiones y despidos.
De cumplirse como lo vienen señalando desde diferentes sectores el cierre de un alto porcentaje de tambos, esto originará en cada una de las poblaciones de nuestra área de influencia un impacto social de gran magnitud al emigrar desde el campo hacia los centros poblados las familias que se dedican al ordeñe, tractoristas, peones entre otros, sumando al importante nivel de falta de espacios laborales, una gran cantidad de personas que vienen en busca del mismo.
Estos grupos familiares que llegaran sin el ingreso mensual para el sustento familiar por no contar con trabajo, deberán enfrentar una situación más gravosa aún, al no tener la mayoría de esas familias una vivienda y menos aún con la posibilidad de abonar un alquiler, obligándolos al hacinamiento que como consecuencia aumentará las problemáticas sociales incrementando el consumo de alcohol y droga, aportará mayores niveles de inseguridad, provocará mayores carencias educativas entre otras consecuencias que deberán resolver las autoridades municipales, además de los niveles de explotación laboral que ya en muchos ámbitos se viene sosteniendo al aprovechar la situación social por la que se atraviesa.
Los productores lecheros de filosofía individualista y mezquina cada vez que intentaron generar un movimiento en reclamo de mejores condiciones terminaron con menos tambos y más entidades gremiales conformando en la actualidad 18 grupos en el país alimentados por el sector industrial para quedarse junto a los grandes grupos de comercialización con toda la porción de la torta, mientras productores, trabajadores y consumidores en general van siendo reducidos hacia el callejón del empobrecimiento.
En esta cruciales horas en la que se define el futuro de varias generaciones de esta región cordobesa, santafesina y santiagueña cada uno de los habitantes tanto de manera individual como colectiva debemos movilizarnos para que intendentes, presidentes comunales, concejales, dirigentes de centros comerciales e industriales y la población en su conjunto dejemos de lado pertenencias partidarias, cuestionamientos hacia quien se voto o no e intereses particulares conformando un gran movimiento en defensa de la principal economía de nuestra región. 
Seguir con la perspectiva individualista en lugar de forjar la cooperativización de la lechería, para nuestra región, en la próxima década la discusión ya no será, entre la fracción que considera ganada o la que considera perdida, sino que lograran definitivamente someternos y nuestros pueblos transformados en fantasmas al servicio de unos pocos.
Fuentes: Centro de Economía Política Argentina, Acha, Inta y Regionalisimo.

1 comentario:

  1. Es un aporte muy claro. Le da perspectiva histórica y responsabiliza a los propios tamberos, trabajadores y dirigencia se hagan cargo del momento que nos toca, donde nadie puede mirar para otro lado.

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