El PRO destaca la cultura que des culturiza

Al ser destacado Marcelo Tinelli como personalidad destacada de la cultura de la ciudad de Buenos Aires a partir de un proyecto presentado en la legislatura porteña por el diputado del PRO Oscar Moscariello, no hace más que reivindicar la cultura de la denigración y cosificación de las mujeres impuesta por el neoliberalismo en los 90 como herramienta para des culturalizar al pueblo.

Moscariello fundamentó su propuesta a la que únicamente adhirió el partido de Mauricio Macri, basándose como aporte a la cultura en la «exitosa trayectoria» de Tinelli, tanto en lo que hace a su rol como animador televisivo, su desempeño empresarial, y a su gestión como vicepresidente del club San Lorenzo de Almagro.

Desde sus comienzos en televisión, promocionó la cultura del bullying a través de la burla, sobre todo de los pobres, ancianos, adolescentes y mujeres, que fueron víctimas de sus cámaras ocultas. La condena social obligó a levantar el programa en que intentó naturalizar la cultura de las niñas como objetos sexuales. La estigmatización cargada de estereotipos es el sostenimiento de sus producciones como en la actual versión del cabaret televisivo «Bailando por un sueño», donde muestra a la mujer como objeto para la reproducción de mensajes sexistas y de la misma manera a través de la burla generan comentarios homofóbicos, machistas y discriminatorios, el aporte a la cultura que destaca el gobierno de Mauricio Macri.

Marcelo Tinelli es objeto de denuncias dentro del país y en el exterior por cosificar a la mujer, muchas organizaciones feministas, en varias oportunidades reprobaron la violencia simbólica que el conductor ejerce en su programa, específicamente contra las mujeres. 

Parecería increíble que se preste atención a estos personajes que impulsan desde el circo mediático la cultura del insulto, la hipocresía, el egoísmo, la violencia, sin embargo no es casual que se lo haya destacado como personalidad de la cultura de la ciudad de Buenos Aires a quien logró la denominada «tinelización» para la decadencia de la cultura popular al servicio del neoliberalismo con la idiotización para la destrucción de valores, razón por la que no es casual el reconocimiento brindado por el PRO.

Los programas que produce Tinelli no prestan atención a los conocimientos edificantes, sino que todo lo contrario desde la televisión basura se suma a los círculos de poder para atrapar a la gente en un estado de letargo, transformándolo en un millonario empresario, que entre otras cosas para construir un magaproyecto en la provincia de Chubut desalojó a treinta familias Mapuches sin respetar a los nativos y su cultura, entre otros grandes negociados generados con el poder.

Lo único destacable es el raiting que logra inculcando desde la televisión basura frivolidad como imagen de éxito en desmedro de valores sociales para alentar el consumo sin esfuerzos a través del todo vale, embruteciendo desde el machismo, fortaleciendo la cultura patriarcal a través de distintos personajes como cultores de un plan de desculturalización que el macrismo destaca y enarbola para el país.