Después de la reunión sobre inseguridad en la que participaron alrededor de 400 vecinos de Morteros en la que entre otras cosas plantearon sospecha sobre la actuación de algunos policías, mágicamente después de más de un centenar de hechos contra la propiedad, las autoridades departamentales en segundos se enteraron que tres policías podrían ser parte de los mismos trasladando la problemática a Brinkmann y Seeber.