Fue trasladado al Complejo Esperanza un adolescente de 15
años que salió de una vivienda en Morteros con un perfume y una botella de fernet,
que había fugado de una institución utilizada como depósito de personas para
despojarse de responsabilidades, anunciaron con bombos y platillos, dando
cuenta como existe mano dura para los débiles y mano blanda para los
usurpadores de esperanzas, como un fiel reflejo de cómo la justicia actúa para
que una parte de la sociedad respire aliviada, dejando que el gobierno no
cumpla con las funciones establecidas en defensa de los derechos humanos.