martes, 11 de enero de 2011

Aprueban la cultura del reviente para sostener el consumo en exceso

El largo debate que se dio en el Ente de Concejos Deliberantes del Noreste Cordobés, sobre la regulación del esparcimiento nocturno, que implica modificar el horario del cierre de boliches, la venta de alcohol a menores y otras cuestiones que apuntan a generar un inminente cambio cultural en la región, fue abortado por el Concejo Deliberante de Morteros.

Ante el incumplimiento de las normas y la incapacidad de control, los concejales de Morteros resolvieron extender en una hora el horario de cierre, situación que generó un fuerte mal estar en el resto de los municipios, integrantes del Ente.
En el 2009 después de un largo debate entre ediles de todas las localidades, propietarios de locales bailables e integrantes de los Departamentos Ejecutivos lograron consensuar el horario de cierre, aprobado luego por cada Concejo Deliberante a través de ordenanzas. El mismo en una primera etapa fue cumplido y los controles funcionaban e inclusive labraron actas al no cumplir los propietarios con lo establecido con la ordenanza, pero a medida que fueron transcurriendo los meses los inspectores vaya a saber porque razón dejaron de actuar y todo volvió a ser tierra de nadie, ya no solo en Morteros, sino también en Brinkmann.
El intendente de Morteros al proponer la modificación de la norma en declaraciones a La Radio 102.9 señaló: “Se nos hacia difícil controlar y cuando nos dábamos cuenta los boliches se nos pasaban 15 o 20 minutos y cerraban mas tarde y lo que estamos haciendo es correr el horario esa media hora y cerrar en los horarios que en realidad se esta cerrando”. Al reconocer que no tiene el municipio de Morteros capacidad para controlar, seguramente el año que viene tendrá que extender nuevamente el horario y así sucesivamente.
La cultura de la noche, se fue modificando a medida que fueron pasando los años y tanto el alcohol, como las drogas, son los principales protagonistas en los ámbitos festivos. El alcohol ganó el centro de atención por su fácil adquisición y por el valor cultural que tiene.
La cultura del exceso, tomar, drogarse, todo lo que nos lleva a sobrepasar un límite, que muchas veces no tiene vueltas, marcando un punto de incoherencia desde el cual se considera la diversión de estos tiempos, termina siendo un círculo vicioso tanto para el consumidor, como para quien lucra con ese consumo, ya sean empresarios de la noche, comerciantes que venden alcohol o los perejiles que venden cigarrillos de marihuana y dosis de cocaína, todo se complementa para contribuir a la cultura de la fugacidad, de lo efímero, situación que es acompañada desde el Concejo Deliberante de Morteros.
Para generar cambios es necesario hacer un trabajo a nivel cultural, de conciencia, pero ese trabajo genera resultados en el largo plazo, por lo que se debe dar un corte definitivo porque estamos hablando de jóvenes que lamentablemente, pueden perder la vida en una noche de salida, una noche de reviente, es peligroso y cuando digo corte definitivo es hacer cumplir a rajatabla las ordenanzas, las leyes, porque lo demás, el tema de la toma de conciencia, lamentablemente es un trabajo más lento, pero una actitud debe acompañar a la otra.
Estamos sufriendo una crisis estructural, que repercute en los valores, en la familia y en la economía, que genera que cada vez haya más excesos en este tipo de “nueva cultura”, pero esta crisis será difícil de superar, cuando se realizan grandes inversiones en vigías urbanos, sueldos en inspectores municipales, que si son incapaces para hacer que se cumpla el horario de cierre de un local, ni pensar lo que está pasando con el control del expendio de bebidas alcohólicas a las y los adolescentes.
El trabajo de los concejales de Morteros en defensa del comercio en lugar de la defensa la vida, la incapacidad de controlar el cumplimiento de las normas por parte de los inspectores, algo similar ocurre con la policía que aplica el Código de Faltas a las y los adolescentes y jóvenes que como consecuencia del alcohol generan algún disturbio, pero nunca aplica esa misma norma a los propietarios de los locales que les venden el alcohol para llegar a esa situación, pareciera que nos pone ante una situación anárquica.
A este anarquismo que pareciera estamos sufriendo, debemos sumar lo que ocurre en el ceno familiar, donde se piensa por uno mismo, donde se compite dentro de un acelerado contexto, que día a día nos lleva a mirar menos a nuestro alrededor, para aparentar más sobre algo que no somos, alimentando nuestro egocentrismo. Todo termina haciendo que la adolescencia y la juventud se exprese a través del alcohol y las drogas, las cuales son cada vez más peligrosas, porque estamos hablando de drogas sintéticas mezcladas con alcohol que en muchos casos cometen excesos tremendos sin saber cuales van a ser las consecuencias en su organismo.
Es hora como ciudadanos que nos preguntemos que tipo de sociedad y calidad de vida queremos tener, y actuemos, ya que en el caso de Morteros, los representantes elegidos por el pueblo, además de no tener la capacidad de hacer que las normas que ellos dictan se cumplan, ya que tampoco aplican la legislación vigente ante estos casos y ante esa ineficiencia modifican las mismas adecuándolas a las necesidades de los empresarios, utilizando todo tipo de argumentos para justificar lo injustificable.
Ante la actual situación sabiendo que cuando existe participación real aparecen las capacidades para controlar, es necesario que asumamos la responsabilidad como ciudadanos en constituirnos en un grupo de trabajo que cumpla la función que en este momento el Estado municipal y la policía no puede o no quiere cumplir. Existen instancias superiores para que ante el incumplimiento se hagan cumplir a rajatabla las ordenanzas y las leyes para dar un corte definitivo, para que en la adolescencia se diviertan, conozcan la noche como parte de la vida, pero cada uno sabiendo cuál es su límite.
Miguel Peiretti - Director

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Esperamos su opinión en relación al tema. Gracias