martes, 1 de julio de 2014

Por una sociedad libre de ilícitos y drogas
Señalar y escrachar

La ciudadanía está comenzando a perder el miedo, animándose a salir a la calle para dar batalla al narcotráfico frente al cómplice silencio de autoridades municipales, policiales y judiciales. Villa del Rosario fue la primera localidad que se animó a señalar a los narco de esa población, esta semana lo hizo Balnearia para hacer escuchar su voz para exigir mayor acción. Estas manifestaciones que comienzan a gestarse son un claro reflejo que quienes tienen que actuar dejan que todo transcurra impunemente.
No existe ninguna duda que el tráfico, distribución de drogas, y el lavado de dinero producto de sus ganancias ilícitas, son fenómenos con vastas conexiones junto a la trata de personas con  fines de explotación sexual, el contrabando, el juego y hasta la venta de créditos y facturas para evasión, representando uno de los principales males que afectan a nuestra sociedad, pero se desarrollan en cada una de nuestras poblaciones a la vista de todos sin inconvenientes.
El narcotráfico junto a sus actividades conexas ha permeado a parte de los sectores ligados a la actividad financiera, la prensa, los partidos políticos, policías, jueces, autoridades, en fin todo aquel factor de poder que se ha hecho necesario corromper para poder instalar las redes de tráfico de ese veneno que día a día enferma y destruye a las familias.
En una sociedad llena de irresponsables y farsantes, donde muy pocos asumen correr riesgos, el tema del narcotráfico y sus conexiones en sectores de poder está ausente del debate político, empresarial y de la sociedad en general. Todos saben que existe y se conoce exactamente hasta dónde llega su poder; sin embargo, nadie lo aborda a fondo. Nuestras clases dominantes, ya sea por temor, complicidad soborno o irresponsabilidad, por décadas han decidido obviarlo.
Desde estas páginas desde sus casi dos décadas de vida venimos alertando el avasallante fenómeno criminal advirtiendo los dramáticos peligros que corríamos, de que nuestras instituciones puedan ser infectadas y controladas por las actividades ilícitas. Hablamos de la secuela de la violencia; de casos impensados que pudieran ocurrir en nuestra región, pero ocurrieron y ocurren. 
No fueron pocos los que nos dijeron «profeta de catástrofes», «tira bomba» entre otras situaciones que tuvimos que soportar. El peso inexorable del tiempo, sin embargo, fue dando la prueba máxima del valor de esas incesantes prédicas que no hacían otra cosa, de ver «más allá de la curva». Nadie discute hoy que la droga ha sobrepasado con creces las visiones preclaras que se tuvo. Hoy las denuncias sobre la posible existencia de la narco policía en nuestra región es parte de la realidad y si apareciera algún miembro de la justicia decidido a investigar de verdad, la narco política, los manejos financieros que se están descubriendo a nivel provincial, también se transparentarían en nuestra región.
Recientemente Marcela Ruatta, responsable de Unidad Municipal de Atención a las Adicciones de Morteros en declaraciones periodísticas al reseñar la actividad que desarrollan para asistir a quienes consumen, señaló que la demanda es cada vez mayor, «es impresionante» dijo.
Si el trabajo que vienen llevando adelante por parte de las áreas de atención a los adictos se acrecienta de forma impresionante, significa que las políticas de prevención en los casos que se realizan hasta ahora fracasaron en beneficio de los narco traficantes y distribuidores que incrementan cada vez más su mercado.
Estos datos de la realidad suministrados por funcionarios de sus mismos gobiernos no son tenidos en cuenta por intendentes y Concejos Deliberantes que en general no se refieren al tema o lo hacen livianamente, pero de manera concreta no existe un plan integral para enfrentar a la criminalidad del tráfico ilegal. Y no lo pueden hacer, porque en todos sus miembros juntos no existe, ni un centímetro de los pantalones que hay que tener, para abordar esos temas, además que en algunos casos personajes ligados a la actividad son punteros políticos, como así también parte del engranaje que aporta económicamente para las campañas, entonces no interesa que la transparencia llegue tan lejos, mientras niñas, niños y adolescentes siguen cayendo en la trampa de la muerte.

Un ejemplo a imitar e integrar
La marcha de vecinos de Villa del Rosario señalando a quienes venden droga y Balnearia para hacer escuchar su voz para exigir mayor acción, es signo de un pueblo cansado de escuchar el mismo discurso que es un flagelo mundial o que la responsabilidad es del Estado nacional y provincial y nada se puede hacer en cada uno de nuestros pueblos a los fines de justificar cada uno su interés por sostener la actividad.
La valentía de la comunidad de Villa del Rosario, obligó a sus autoridades a dejar de hacer la vista gorda y ante la repercusión mediática a las pocas horas estuvieron en el lugar la policía provincial, la Federal y la justicia, quienes debieron someterse a una asamblea ciudadana que resolvió instalar un buzón hermético y secreto, donde los vecinos podrán ingresar sobres para denunciar en ellos, con nombre y apellido, a los distribuidores de droga, financistas y a todos aquellos que desarrollen actividades ilegales, siendo el único responsable de abrir esa urna e investigar la Fiscalía de Lucha contra el Narcotráfico. A partir de ese momento si no se hace nada o si se comienza un combate en serio tiene nombre y apellido, que es quien deberá responder por sus acciones. En el caso de Balnearia es demasiado reciente, pero es de esperar que surjan acciones similares.
Si bien aún no se sabe qué resultado tendrá esta iniciativa y más allá que en nuestra región va a ser creíble cuando se vean presos a nombres históricos nunca tocados por la policía y la justicia, cuando existe un pueblo dispuesto a dar la cara y salir decididamente a la calle para protestar y escrachar, evidentemente que empiezan a aparecer las posibilidades para la toma de decisiones políticas, para que tanto la policía como la justicia dejen de ser pasivos cómplices.

Señalar y escrachar
Nadie está exento de que los mercaderes de la muerte y su red de complicidades caigan sobre cualquiera de nosotros, todos conocemos cada rincón en que se maneja el contrabando, se explotan sexualmente a mujeres, se comercializa droga y se lava dinero, es hora que tomemos la iniciativa de las comunidades de Villa del Rosario y Balnearia como ejemplo, perdiendo el miedo, comprometiéndonos a señalar y escrachar a quien sea necesario para que se libre una lucha decidida e integral contra estos males que padecen nuestros pueblos.
No hay mejor control que el que ejerce el pueblo participando activamente para enfrentar el deterioro moral de quienes sucumbieron ante la coacción o la corrupción. La demanda a través de la participación activa a nivel transregional evitará que la improvisación ante la coyuntura, nada cambie y obligará a establecer procesos planificados que permitan llevar adelante un plan con cumplimiento efectivo, a través de la investigación ampliada y profunda que apunte al diseño de una verdadera estrategia para la solución de actividades como el contrabando, la distribución, el consumo de drogas, la explotación sexual, el lavado de activos y el comercio clandestino.
Seguir soportando los efectos e impactos sociales y económicos causados por todas estas actividades que disparan los valores de bienes y servicios, pero más grave aún vienen desarticulando la unidad familiar, destruyendo a la niñez, la adolescencia y la juventud está en cada uno de nosotros en enfrentar o dejar que transcurra impunemente como hasta ahora para en un futuro no muy lejano sufrir amenazas a la institucionalidad democrática, como ocurre en otras geografías en que son quienes ponen a los gobernantes sometiendo definitivamente al pueblo.

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