jueves, 28 de octubre de 2010

Evitar el incremento de accidentes en motos es una decisión política

En las últimas semanas en nuestra región, hemos visto que al constante incremento de la frecuencia de los accidentes de tránsito en moto que en los últimos años, se sumó la gravedad de estos con muertos y heridos graves.
Si bien es cierto que por la cantidad de motos que circulan por las calles y rutas de nuestra región, el índice de muertes es relativamente bajo, pero el número de accidentes es preocupante.

Cargar todas las culpas de la creciente siniestralidad de las motos a los conductores sobre dos ruedas, sería injusto, ya que en la gran mayoría de los choques involucran a un rodado menor y a uno mayor, más allá que también los hubo entre dos motos, pero la vulnerabilidad de este tipo de vehículos hace que el riesgo de sufrir graves consecuencias para quienes se trasladan en una moto sea varias veces superior a quienes lo hacen en un auto, razón por la que su conducción debería realizarse con mayor precaución, pero la realidad en las calles pone en evidencia que ocurre lo contrario con las consecuencias que son de público conocimiento.
La mayor facilidad para adquirir motos y el mayor acceso de los jóvenes a este tipo de vehículos en los últimos años fueron haciendo que las calles de cada uno de nuestros pueblos muestre un notable cambio, debido al gran aumento del parque de este medio de movilidad. Si a este gigantesco aumento le sumamos el incremento del consumo de alcohol y drogas junto a la mala educación vial hace que el riesgo de ser protagonista de un accidente sea cada vez mas latente, lo que nos lleva a pensar que se afronta una epidemia que merece toda la atención de parte de las autoridades, como también de todos los ciudadanos, ya que, está afectando a un gran número de la población.
Los padres son una parte importante en los accidentes señalan muchos especialistas, ya que cuando un adolescente habla de la moto en la casa, la respuesta es única y tajante, “no”, pero cuando va creciendo y logra comprar su primer moto, no lo hace por la de mas baja cilindrada para aprender a dominarla, sino que empieza con una moto que desarrolla una alta velocidad.
Como dice Savater, cada vez que existe un problema en la calle la culpa se la echamos al sistema educativo, pero los padres tenemos una gran responsabilidad en la educación de nuestros hijos. Educación que en este caso permite que circulen conscientes de la existencia de los demás, para que no se sienta el joven como único protagonista en detrimento de los demás. Educación que les enseñe hacerlo utilizando la cabeza para circular con precaución, con casco, y no que la cabeza la utilicen de paragolpe.
El Estado tanto municipal a través de su departamento de inspectoría, como el provincial por intermedio de la policía debe trabajar en el tema de la seguridad vial, pero no preocupados para que no se mueran víctima de un accidente, sino ocupados para que no ocurran los accidentes, ya que estos traen muchas consecuencias, de orden físico, como las fracturas, discapacidades, traumas psicológico, social y económico.
Exigir el uso obligatorio del casco es solo una medida preventiva en caso de sufrir algún accidente, pero no disminuye la excesiva siniestralidad que padecemos. Para ello es necesario que se trabaje de manera decisiva para evitar que las calles y rutas sean un lugar de carreras a alta velocidad y sean utilizados como escenarios de demostraciones de destrezas y habilidades conductivas.
La realidad nos demuestra que los conductores de motocicletas en su mayoría jóvenes por impericia o imprudencia maneja asumiendo demasiados riesgos, sin valorarlos de forma adecuada y termina muchas veces participando en un siniestro generalmente asociados a excesos.
Los excesos se resuelven a través de los límites que en la casa ponen los padres, que son los responsables del comportamiento y cuidado de sus hijos en todos los ámbitos de la sociedad. En la calle la autoridad competente debe poner límites educando para que se conozcan las normas y sean cumplidas, pero cuando ocurre lo contrario debe existir decisión de aplicar las medidas correctivas necesarias sin medias tintas.
Nadie tiene dudas que la clave para controlar la gran cantidad de accidentes en la que se ven involucrados los motociclistas al igual que el resto de los conductores se encuentra en la educación y la cultura vial de los ciudadanos, en el respeto de las normas de tránsito y en el conducir siempre con precaución.
Los municipios integrantes del Eremnec pusieron en marcha un plan integral de prevención de accidentes a través de unificación de normas y acciones para generar conciencia en la materia. La prevención a través de la educación es un hecho trascendente al que debemos sumarnos todos. La prevención a través de la educación significa un proceso que a largo plazo arrojará resultados seguramente positivos para la transformación de la concepción cultural que en la materia se tiene en la actualidad.
El alto crecimiento de siniestros en la que se involucran las motos no puede esperar resultados a largo plazo, exige que se adopten medidas inmediatas que no pasan solo por exigir el uso del caso, sino que desde el Poder Político debe tomarse la firme decisión de accionar para disminuir el riesgo de accidentes. Esto es hacer que inspectores municipales y la policía trabajen sin mirar hacia otro lado, como se lo viene haciendo hasta ahora, para que las calles y las rutas dejen de ser pistas de carreras, centro de exhibiciones de habilidades y caravanas que ocupan toda la calzada y otras tantas situaciones, que de manera permanente ponen en riesgo sus propias vidas y la de cada una de las personas que salen a la calle.
Cuidar la vida de los ciudadanos en la vía pública es responsabilidad indelegable del Estado. La inacción no es una cuestión presupuestaria o por falta de recursos humanos, ya que cada una de las poblaciones cuenta con personal policial y la mayoría con personal de inspectoría para disuadir los excesos de los conductores que permitan disminuir la gravedad y frecuencia de los accidentes. Evitar que se sigan engrosando las estadísticas de siniestralidad, es solo decisión de las autoridades

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Esperamos su opinión en relación al tema. Gracias