La presencia de animales sueltos en la vía pública, representa un peligro potencial al tránsito de vehículos y personas en general, además de provocar daños en viviendas y espacios verdes, como así también incrementan el desorden y la suciedad de la ciudad.
Si bien la mayor cantidad de animales diseminados en diferentes sectores de la ciudad son equinos, también se observan vacunos, cerdos, cabritos, ovejas entre otros que ocasionan molestias a los vecinos. Además existen una gran cantidad de caballos en lotes atados con una cuerda sin provisión de agua, siendo dejados en muchas ocasiones por días en esas condiciones.
Los animales sueltos es un tema que se observa con preocupación por parte de una importante franja de la sociedad que ante la gran cantidad de planteos en las redes sociales y en los medios de comunicación desde hace algunos años, termino finalmente por movilizar a las autoridades municipales para tratar de calmar los ánimos, pero que la experiencia indica que no resuelve el problema.
El municipio adecuó un predio frente al corralón municipal para depositar los animales sueltos que secuestran en la vía pública, debiendo sus propietarios para ser recuperados abonar la multa que establezca el Juez de Faltas por la contravención y pagar el costo de hotelería mientras permanezca el animal en el predio municipal. Es decir que una vez cumplimentada la sanción recaudatoria el caballo regresa a su propietario para que lo vuelva a depositar donde siempre lo hizo, en la vía pública o terrenos sin infraestructura para animales.
El predio establecido por el municipio en pleno ejido urbano en el corazón de barrio Sucre, que es además en ocasiones utilizado como depósito de basura en el que se encuentran alojados caballos que habría sido secuestrado en la zona urbana enoja a los vecinos residentes en la zona por tener que soportar ellos, olores, suciedad, alimañas, entre otros. «Porque no arman un corral en el cantero del boulevard frente a la casa del intendente, en lugar de depositarlos frente a nuestras viviendas, si pagamos los impuestos igual que todos, porque nos someten así» enfurecida manifestó una vecina.
Pero lo llamativo es que el municipio está sancionado el incumplimiento a una ordenanza municipal incumpliendo el mismo municipio a esa ordenanza que expresamente prohíbe la tenencia de animales en la zona urbana. En ninguna condición habilita a que caballos, vacas, cerdos, cabras, ovejas entre otros se encuentren en la zona urbana, por lo que el predio acondicionado que se está utilizando para depositar caballos está en infracción, cuando el municipio debería dar el ejemplo en lugar de transformarse en un infractor para hacer cesar una infracción.
Integrar para solucionar
Más allá de las irregularidades que cometen las autoridades municipales frente a la falta de responsabilidad por parte de los propietarios, es necesario generar un cambio en la cotidiana postal que muestran los barrios con animales diseminados por la seguridad de automovilistas, peatones, ciclistas y también por los derechos de esos animales que no deben estar más en la zona urbana.
Estos pobres animales que en realidad son librados a su propia suerte, sin agua, comiendo malezas, en el caso de los caballos indicarían que en su mayoría pertenecerían a integrantes de agrupaciones gauchas de la ciudad.
En este caso consideramos factible que desde el área municipal que corresponda emprendan un trabajo conjunto con estas asociaciones tradicionalistas para la concientización hacia los propietarios de estos animales y de forma paralela establecezcan un predio en la zona rural en la que puedan ser alojados con el aporte cooperativo de sus titulares por un lado y la recaudación institucional que puedan generar las agrupaciones para el sostenimiento del mismo, el costo de hotelería y la atención veterinaria para de esa manera erradicar de la zona urbana a los animales ofreciéndoles mejores condiciones de vida.
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