La falta de información alimenta las sospechas sobre la policía

 ¿Era la comisaria Morteros una proveedora de armas a delincuentes?, es la sospecha que se generó en la sociedad ante la aparición de la noticia que fueron imputados seis efectivos policiales de investigaciones, entre ellos el titular de la comisaria.

El silencio impuesto de la institución policial y la falta de ampliación de información desde la fiscalía, si es como dice el dicho popular «el que calla otorga», podría ser algo que habría estado ocurriendo. A esto se le debe sumar la sospecha generalizada de vínculos con el narcotráfico y la delincuencia de uno de los policías imputados.
Tampoco nada se dijo si hubo alguna investigación de oficio cuando desde las redes sociales ese mismo efectivo policial fue denunciado de cobrar peaje a una de las bandas de narcotráfico capitaneada por dos hermanos con sede en Rafaela que opera en Morteros.
La tarea de reconstrucción de la imagen institucional de quien acaba de asumir la titularidad de la comisaria es titánica, pero solo podrá calmar los ánimos, pero poco va a lograr, si desde la institución policial persisten con la misma política de no comunicar a las vecinas y los vecinos lo que vino ocurriendo puertas adentro, al igual brindar alguna explicación a las sospechas que la comunidad desde hace tiempo viene teniendo sobre el accionar de algunos efectivos. Como así también saber si las armas que protagonizaron las balaceras en el último año y medio sin haber sido esclarecidas, no son parte del mismo entramado, entre otros hechos que padeció Morteros. Más allá del esfuerzo que pueda realizar quien asumió la tarea de conducir la comisaria, la falta de comunicación seguirá dejando la imagen que la policía es parte del problema en lugar de la solución.
Hace un año y medio las pistolas abren sus bocas para descargar fuego y plomo sin reparo en las calles de Morteros. Las autoridades políticas siguen mirando hacia otro lado, la judicial solo esclareció dos hechos y ahora aparece la policía como proveedora de armas a delincuentes.
Hasta cuándo como sociedad vamos a seguir inmóvil. Esperamos que alguien encuentre el vuelo letal de una bala para reaccionar, ese momento puede ser demasiado tarde porque la misma puede impactar sobre nuestro propio cuerpo.