viernes, 10 de junio de 2022

El periodismo entre la presión y la autocensura

Se celebra el día del periodista al conmemorarse un nuevo aniversario de la fundación de la Gazeta de Buenos Aires de Mariano Moreno. El 7 de junio es un día que sirve para reflexionar sobre el rol del periodismo tanto en la historia como en la actualidad y sobre todo para hacerlo sobre el sentido del periodismo.

Desde hace 84 años, el 7 de junio se conmemora en Argentina el Día del periodista. La decisión fue tomada durante el Primer Congreso de Periodistas que se realizó en Córdoba en 1938. Se estableció esa fecha como Día del Periodista, coincidiendo con la de la salida a la calle del primer número, en 1810, de la Gazeta de Buenos Aires de Mariano Moreno. El lema de la Gazeta era una interesante máxima: «Tiempos de rara felicidad son aquellos en los cuales se puede sentir lo que se desea y es lícito decirlo».

La Gazeta fue fundada el 2 de junio de 1810 por el primer gobierno patrio de la Argentina, mediante un decreto que establecía que «el pueblo tiene derecho a saber la conducta de sus representantes». Su primer número apareció el jueves 7 de ese mes, publicaba las resoluciones oficiales, decretos y otros documentos oficiales, ofrecía noticias de actualidad tanto del extranjero como locales y contenía también los ideales del gobierno.

La Gaceta tuvo un rol decisivo en la formación de opinión de la sociedad. A través de la misma, Moreno enfatizaba dos postulados democráticos: la libertad de pensamiento y la publicidad de los actos de gobierno.

«La Gaceta» que tuvo como redactores además de Moreno a Manuel Belgrano, Juan José Castelli y al sacerdote Manuel Alberti, quien no firmaba sus colaboraciones pero sí tenía un rol central en la decisión de qué publicar, entendiendo que ante los acontecimientos y hechos que tenían lugar a partir de la Revolución de Mayo que generaban todo tipo de rumores y conspiraciones, era necesario contar con una herramienta para que la población conozca las causas que movilizaban los cambios y las consecuencias que estos tendrían. Una experiencia periodística suprimida por Bernardino Rivadavia en septiembre de 1821

Si bien sus postulados centrales giraban en torno a la publicidad oficial y a la libertad de pensamiento, que convirtieron a La Gaceta en un decisivo formador de opinión en la sociedad. Hoy a 212 años de aquel primer medio impreso con un gobierno autónomo, existen manipulaciones de todo tipo que persiguen intereses espurios buscando réditos fundamentalmente políticos en general como así también se transforman en herramientas al servicio de la defensas de intereses económicos y financieros de grandes grupos internacionales. 

En nuestra región en general el periodismo no sufre demasiadas presiones por parte de grupos de poder o gobernantes, siendo minoritaria las excepciones de dirigentes y políticos que utilizan la pauta publicitaria como maniobra para callar voces.

Lo que existe en general es autocensura por temor a las consecuencias, por un lado por miedo a sufrir represalias al cruzarse en las pequeñas poblaciones todos los días con los protagonistas de los hechos noticiables, pero sobre todo existe auto regulación de la información al ser la pauta oficial la que mayor porción aporta a la torta publicitaria, situación que resta a la libertad de prensa, más allá que el periodismo se esfuerce por realizar su trabajo con rigor.

La violenta realidad

El periodismo es una actividad fascinante que permite estar donde se producen los hechos, acercar la información, además posibilita involucrarse con las emociones y situaciones de las personas envueltas en conflictos. Por eso el periodismo debe estar atento para observar, ser curioso para sacar todo, fuerte, desconfiado, estar abierto y un poco loco para animarse a contar hasta aquello que lastima.

Rodolfo Walsh dijo que la máquina de escribir, según como se manejaba, podía ser un abanico o un arma y afirmaba que «El de periodista es un oficio eminentemente violento» y señalaba que se debía ejercer «Ocupando un lugar con más peligros y violencias que privilegios»

Aquellas aseveraciones de Walsh de la realidad son cada vez más actuales porque la realidad es violenta, donde no solo la explotación y sus consecuencia sociales, económicas y culturales son parte de la cotidianidad, sino que desde el periodismo se debe tener presente a cada momento esa violencia, porque en el marco de las transformaciones del capitalismo se debe cohabitar entre criminales, banqueros, narcotraficantes, traficantes de armas, violadores de Derechos Humanos que cuentan con la complicidad de políticos que terminan comprando a mercenarios de la palabra para contar una realidad construida. Es ahí como decía Walsh cuando se debe ocupar el lugar con más peligro y violencias para desenmascarar a los traficantes de la vida.

El poder del dinero para callar

La precarización laboral, la «polifuncionalidad» como excusa profesional para la poli explotación, la inestabilidad como karma y el futuro incierto enmarcan las condiciones de las y los trabajadores de prensa que perciben salarios indignos, violenta realidad que sufren quienes tienen como sustento la palabra, muchas veces utilizada para hacer que se cuente públicamente otra realidad.

Si bien es cierto que el periodismo tiene el compromiso y responsabilidad innegociable de ser un medio entre el poder y el pueblo, la situación laboral hace que existan quienes no están exentos de las presiones de quienes buscan consolidar su dominio sobre las demás estructuras sociales, especialmente en los menos favorecidos. Haciendo que la actividad periodística sufra permanentes amenazas contra esa responsabilidad tanto por censura, como por auto censura.

En ese marco el periodismo en ocasiones es sometido a transmitir realidades creadas en las oficinas de marketing de equipos de políticos y quienes no siguen esos lineamientos por todos los medios buscan ser acallados para evitar la verdad se conozca. Utilizan los dineros públicos para conseguir sus objetivos quitando o aumentando la pauta publicitaria al medio y este a su vez ejerce presión sobre sus trabajadoras y trabajadores. 

Esa minoría que tiene el poder sobre la inmensa mayoría que intenta subsistir con las migas que recibe, es la misma que ejerce presión sobre quienes tienen el privilegio de contar los padecimientos de la sociedad para que realicen producciones decoradas para ser entregadas a quien escucha o lee como la verdad 

La independencia, un mito

Pero también existen a los que el Dios dinero muchas veces los entroniza como personajes que se colocan en el altar como neutrales para analizar y dictar sentencia sobre lo bueno y lo malo y como se cree que la palabra de un periodista tiene más valor que la de una trabajadora o un empleado de cualquier otra actividad pasa a ser parte de la reveladora verdad, transformando a este hermoso oficio en una herramienta de operaciones al servicio del poder político y económico.

El encumbrarse en el periodismo independiente es la principal muletilla que se utiliza para mentir. El periodismo independiente es un mito construido por el periodismo dominante, acusando a quienes honestamente dicen desde donde lo hacen como periodistas militantes, pero en la realidad todos tienen una posición política -partidaria o no- en el sentido de intervenir en lo social como instrumento político y cuando escriben o hablan lo hacen desde sus sus pensamientos, entonces al realizar un análisis, brindar cualquier información se lo hace sin desprenderse del pensamiento o posición que cada uno tiene. Ejercerlo desde la honestidad intelectual ofreciendo el esclarecimiento de las ideas, es hacerlo de manera seria y responsable para una mejor comprensión con absoluta libertad, decir desde donde se lo hace es un significativo aporte al crecimiento democrático de la sociedad.

El periodismo ve la realidad de la misma manera que la vive un albañil, una maestra, un empleado de comercio, una enfermera, un recolector o cualquier otra trabajadora o trabajador, pero se convierte en responsable de contar para que el bombardeo maloliente no impida creer que es posible construir otra historia, otra realidad como lo hicieron hace 212 años Moreno, Belgrano, Castelli para activar la fuerza del pueblo con la necesaria visión para romper las cadenas que nos lleven a lograr la inconclusa noble igualdad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Esperamos su opinión en relación al tema. Gracias