jueves, 28 de octubre de 2010

Se puso negra la situación en Brinkmann

Las declaraciones formuladas por el intendente de Brinkmann, Jorge Racca y las realizadas por el opositor Gustavo Tévez ponen de manifiesto que nada se resolverá con propuestas de diálogos, porque los oídos del oficialismo y de la oposición se cerraron, produciendo una escalada cuyo epílogo nadie puede vaticinar.

Así en un cruce de denuncias la gestión tanto de uno como de otro se ve empañada de dudas y sospechas que solo la justicia podrá resolver, puesto que exceden el marco de la política. Lo importante es que la justicia llegue a tiempo se manifieste como tal y no como un instrumento mas de las disputas políticas.

Ante esta incapacidad por parte de algunos actores de construir un ambiente político con propuestas superadoras para el desarrollo de Brinkmann, el ciudadano expectante, recibe un cúmulo de denuncias y acusaciones en reemplazo de verdaderas propuestas de control y de gestión política.

Jorge Racca que hasta este momento no había mostrado un perfil de confrontación, habría sufrido fuertes presiones por parte de sus funcionarios y dirigentes partidarios que lo habrían cercado para romper con su estilo, saliendo a acusar que no es cierto en relación a la compra de un terreno, lo que dice la oposición o escribe algún medio de comunicación, sin aclarar que medio.

También señaló que le alcanzan los dedos de las manos para contar los proyectos presentados en cinco años por Tévez como concejal. El intendente también denunció que el edil de la oposición tiene un atraso de 50 meses con un préstamo de materiales.

Cargo contra los médicos y las obras sociales sobre los problemas de atención de la salud que padece la comunidad y volvió a apuntar a Alternativa Vecinal por no contar con el listado de beneficiarios del dispensario.

El concejal del partido Alternativa Vecinal Gustavo Tévez le retruco manifestando que la corrupción está instalada en el municipio con funcionarios imputados. Por otra parte denunció que se borraron deudas municipales, como así también falta de gestión y capacidad de Racca para que las industrias se instalen en Brinkmann

También sostuvo que pidió escriturar un lote a nombre de la esposa del secretario de obras públicas Ing. Dario Tomatis, y que al ser denunciado cambio el proyecto. Dijo que desde hace años hay corrupción en la venta de lotes.

Pidió la renuncia de los funcionarios imputados que deciden, firman cheques y controlan en el Tribunal de Cuentas

Ante todos estos conceptos se puede afirmar que la localidad se encuentra en una coyuntura delicada donde los grados de tolerancia política penden de un hilo muy delgado, ya que las denuncias cruzadas, las descalificaciones, los ataques arteros, las desmentidas son las absurdas y lamentables formas que eligen los políticos, no solo de Brinkmann, sino que de la mayoría de los estamentos de poder para posicionarse ante la opinión pública, que en este caso como lo manifiesta en su artículo la página web www.laradio1029.com.ar, “A pesar del hartazgo que manifiesta la población, las broncas de la campaña no se superaron”.

Es cierto que si en algún punto se produjeron quiebres que bifurcaron los caminos, es bueno advertir a la sociedad el por qué de esos quiebres, que, se supone, debieran haberse producido por diferencias ideológicas o de proyectos. Nadie tiene por qué estar atado a ningún carro si a la vuelta de la esquina advierte que el camino a seguir no es el que se propuso al inicio del trayecto. Hasta allí, las rupturas son válidas y muchas veces hasta coherentes si con ellas se está siendo fiel a principios y convicciones.

Lo realmente perjudicial para el proceso es la desnaturalización del mensaje. Dejar de hablar de diferencias conceptuales, ideológicas o de proyectos y arremeter, con denuncias que solo aportan a la confusión y siguen alimentando el descreimiento y la indiferencia del ciudadano que cada vez teme más al caos. No se puede menos que concluir que es tal la ambición de poder por el poder mismo, que todo vale y cuanto más espectacular y escandaloso, mejor.

Pero no todo vale, nada es solo blanco o negro, nadie tiene la verdad absoluta. Los dirigentes, de una buena vez, deben ponerse a la altura de las circunstancias, admitir las situaciones irregulares y corregirlas.

Los cruces de denuncias vertidos por Racca y Tévez, si existen las pruebas que demuestren lo manifestado por uno y por otro deberían ser presentadas ante la justicia e ir al medio de comunicación para informar de manera detallada a la población cada una de las pruebas, en lugar de realizar denuncias públicas tirando munición gruesa, que solo llevan a la falta de credibilidad que terminan generando un conflicto que induce a los brinkmanenses a alterar el ánimo, con las consecuencias que ello significa, afectando tanto al gobierno como a la oposición.

En este momento se hacen imperativos gestos de grandeza, incluso de grandeza política. Y también de limpieza de cosas viejas que ya no sirven, discursos o dicotomías obsoletas, dando lugar a las instituciones de la democracia para que resuelvan cada una de las cuestiones a través de los mecanismos existentes, respetando la división de los tres poderes, sin corporativismo.

Si bien es la justicia quien debe decidir la inhabilitación para ocupar cargos públicos, al existir una imputación que pesa sobre alguno un hecho delictivo, debería ser una obligación ética, dejar el cargo, hasta tanto se disipen las dudas en el ámbito de la justicia. Éste sí sería un gesto de civismo y responsabilidad social.

Miguel Peiretti - Director

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