miércoles, 28 de junio de 2017

Dejar de ser espectador para romper con las mafias

El 26 de junio de cada año, a instancias de la Organización de las Naciones Unidas, se conmemora el Día Internacional de la lucha contra el uso indebido y el tráfico ilícito de drogas.
La fecha debe servir para reflexionar sobre la importancia que tiene el compromiso de toda la sociedad en la lucha contra este flagelo que sigue poniendo en grave peligro la salud y el bienestar de la población, en particular de los niños y los más jóvenes.

Un estudio de Unicef sobre el consumo de estupefacientes observa que si algunas personas consumen drogas hasta llegar a una situación en la que no pueden manejar sus vidas, es necesario interrogarse no sobre las sustancias, sino sobre las motivaciones que tienen esas personas para consumirlas de ese modo. Los especialistas advierten entonces que en el análisis del problema hay que contemplar los motivos que llevan al consumo de drogas que pueden conducir a las personas a tal conducta y los factores ambientales que pueden constituir una parte importante de estos motivos. En ese sentido, el informe de Unicef hace referencia al problema del exagerado consumismo que experimenta la sociedad actual, y sostiene que es importante resaltar que los y las jóvenes han sido socializados en el consumo como modo de satisfacción de sus deseos y necesidades.
El narcotráfico que es un negocio que tiene complicidad en los focos institucionales corruptos del poder político, judicial y de las fuerzas de seguridad, conoce perfectamente lo que está ocurriendo en la niñez, la adolescencia y la juventud.
Las pibas y los pibes que fueron socializados en el consumo y que muchas veces para sostener el mismo cometen a algún hecho delictivo son víctimas del perverso sistema, entonces es una gran hipocresía acusar a ellos de lo que está pasando en la sociedad, de hacerlos responsables de la inseguridad de nuestros pueblos, cuando en realidad hay que acusar a los que manejan el corazón del negocio que es el dinero, esos son los titiriteros que detrás de bambalina están de manera cómoda disfrutando del daño que hacen.
Es por eso que no debe llamar la atención que en nuestra región no aparezca en el discurso de la clase política lo que realmente pasa con el narcotráfico, menos aún hablan del circuito financiero manejado muchas veces de manera institucional o peor aún, en algún caso asesorado por algún funcionario municipal.
Es ahí donde se encuentra la razón del crecimiento exponencial que desde que comenzó a circular a fines de los setenta, principios de los ochenta entre el triangulo Frontera, Freyre, Morteros para poco después esparcirse por el resto de las poblaciones, según algunas fuentes estiman que el negocio de la cocaína y la marihuana se podría haber multiplicado por más de mil veces. Ninguna actividad económica tuvo este nivel de crecimiento en los últimos cuarenta años, como lo tuvieron el narcotráfico y el financiero.
Esto además lo demuestra el incremento de consumidores de estupefacientes donde a pesar del esfuerzo que se viene realizando para brindar contención y ayuda a las personas con problemas de adicción como lo hace la iglesia tanto en Morteros, como Suardi, las que derivan a la Facenda, el grupo Nuevo Encuentro como para mencionar alguna de los grupos que libran batalla contra el uso indebido de drogas pero que a medida que transcurren los días cada vez es mayor la cantidad de pibas y pibes afectados.
Ante esta realidad cabe preguntarse ¿Por qué un pibe que padece todas las problemáticas sociales y es utilizado para hacer negocios con el consumo no puede robar y tienen que ir preso, mientras los grandes roban, evaden quedando absolutamente impunes? Si los dos roban ¿Cuál es la diferencia entre unos y otros? Que uno es un gil por ser un sometido al consumo y el otro es un adinerado que todo lo compra y lo vende.
La situación se viene agravando, los hechos ya no son entraderas a viviendas cuando la familia se ausenta, sino comienzan a perpetrarse a mano armada. Esto es porque quienes manejan el negocio del narcotráfico desde hace un tiempo anexaron en nuestra región la venta o el alquiler de armas, financiado por los mismos actores, pero la dirigencia política que conoce de manera concreta donde se realizan las operaciones tampoco habla sobre el tema.
El periodista y diputado santafesino Carlos del Frade en el informe entregado a la Ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bulrich sobre lo que pasa con el narcotráfico en la provincia de Santa Fe y Córdoba, con detalles de manejos en distintas ciudades de la región, expresa que la inseguridad es hija de la corrupción policial, donde el Estado está presente de manera corrupta.
«El narcotráfico es la impunidad de sectores dominantes, los delincuentes más grandes de narcotráfico son delincuentes de guante blanco, los financistas son los que consumen la carne de la vida de nuestros pibes» expresa el principal investigador periodístico en la materia.
La ONU advierte que, pese a los esfuerzos de la comunidad internacional, el problema mundial de las drogas además de poner en peligro la salud y la seguridad pública también amenaza la seguridad nacional y la soberanía de los Estados. Es por eso que todos los sectores de la comunidad deben tomar conciencia de los efectos que produce el consumo de sustancias que son altamente nocivas para la salud y asumir el compromiso de luchar, cada uno desde el lugar que ocupa, contra este grave flagelo.

Si queremos evitar hacia el futuro violencia y muerte debemos como ciudadanía tener la valentía de luchar contra el narcotráfico, de pelear contra la violencia de arriba hacia abajo, dejando de ser espectadores y protagonizando la historia para que el poder político deje de ser cómplice y rompa con las mafias que viene destruyendo el futuro de las nuevas generaciones.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Esperamos su opinión en relación al tema. Gracias