El hallazgo del cuerpo de María Luisa Retamozo quince días después de su desaparición es una cabal demostración que la policía no realiza patrullajes preventivos en la zona rural. Si la patrulla rural hubiese cumplido con su función el cuerpo de la mujer madres de tres hijos se habría encontrado en lo inmediato. Es esta otra demostración que no fue buscada durante los quince días que estuvo desaparecida.
En cada discurso tanto del poder político, como policial, se asegura que la fuerza pública está comprometida con proteger a la ciudadanía. Este conmocionante hecho pone en evidencia que no es así, porque si cumpliesen con ese precepto, realizarían patrullajes preventivos y si hubiesen realizado los patrullajes habrían encontrado el cuerpo sin vida mucho antes, evitando someter a los familiares a tanto tiempo de dolor a pesar que siempre desde las diferentes esferas quisieron hacer creer que estaban buscando.
Para realizar los patrullajes no necesitan la orden de una fiscal o una jueza, solo tienen que llevarla a cabo, esa es una de sus obligaciones funcionales, lo que se evidencia que solo se utiliza para la tribuna pero en la realidad la sociedad se encuentra desprotegida.
Para responder al clamor social frente a la inseguridad, se gestiona la instalación de cámaras para controlar a la sociedad, una medida que vuelve a demostrar que no sirve para el cuidado de la ciudadanía. Esas mismas cámaras son las que podrían haber postergado la toma de la denuncia, o tal vez son las que podrían haber mantenido desaparecida durante quince días a María Luisa.
El senador Felipe Michlig, primer responsable político de la seguridad en el Departamento San Cristóbal, quien durante todo el periodo en que estuvo desaparecida María Luisa Retamozo, se habría mantenido al margen, ¿cumplirá con su función de representar a los habitantes realizando las presentaciones correspondientes para que se investigue y sancione a cada uno de los responsables? o ¿Será parte de la desidia que existió en torno al caso?.
La aparición del cuerpo de María Luisa a pocos kilómetros del ejido urbano, a escasos metros de la ruta, además de evidenciar que no fue buscada durante quince días, demuestra que la policía que tiene la función de hacer prevención para proteger a la sociedad, por lo menos en ese sector no mira.
Ante esta realidad la comunidad comprometida socialmente además de reclamar por justicia por la vida arrancada a esta joven mujer, madre de una hija y dos hijos, debería exigir al poder político que deje de colocar espejitos de colores, donde las acciones gubernamentales rompan con el patriarcado institucional y que el implícito valor de una policía cuidando a todas y todos, deje de ser parte del discurso y sea parte de la acción real y concreta.
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