jueves, 11 de julio de 2019

Un contexto que todos ignoran

Desde hace ya treinta y dos años, todos los 26 de junio se conmemora el día internacional de la lucha contra el uso indebido y el tráfico ilícito de drogas. La Asamblea General de las Naciones Unidas lo decidió en 1987,  para reforzar la acción y la cooperación con el fin de alcanzar una sociedad libre del consumo de drogas.

En nuestra región los municipios en adhesión a la fecha realizan distintas actividades con el propósito de concientizar sobre las consecuencias que provoca el uso de las drogas.  Lograr una sociedad libre del consumo de drogas es el anhelo de la mayoría de las personas pero la cruda realidad nos muestra la peor cara de este tremendo flagelo. 
Las campañas de prevención llevadas a cabo desde una acción de compromiso son necesarias para no sufrir los graves procesos de crisis que sufren los jóvenes y si tenemos en cuenta lo que asegura Betina Zubeldía, militante activa del Movimiento Nacional de Madres Territoriales contra las adicciones que “Por cada adicto hay 27 personas de su entorno afectada”, podríamos decir que de manera directa o indirecta todos estamos afectados.
En nuestra región el tráfico de las drogas ilícitas a través del corredor Frontera – Freyre – Morteros comenzó a sentar sus bases tiempo después del mundial 78 en que comienza a desarrollarse en el país el narcotráfico como negocio paraestatal de la dictadura argentina a través de Leopoldo Galtieri en el Segundo Cuerpo de Ejército acción que le permitió financiar a él, su llegada a la presidencia y a Juan Carlos Trimarco ocupar el espacio de Galtieri como resultado de los acuerdos con los altos oficiales del ejército boliviano que luego desatarían en Bolivia la dictadura del 17 de julio de 1980, general Luis García Meza y coronel Luis Arce Gómez.
A principios de la década del ochenta en un operativo policial encuentran en un local de Brinkmann a más de medio centenar de jóvenes, la mayoría de esa localidad y de Morteros consumiendo marihuana y cocaína. Eran épocas de la intendencia en Brinkmann del desaparecido Jorge Arnodo y en Morteros de Alfredo Bría, quienes más allá de entrecruzarse acusaciones en defensa del negocio de la noche, todo quedó oculto y el negocio se fue potenciando sin que nadie actuará hasta nuestros días, permitiendo que se multiplique exponencialmente donde no solo se suman centenares y centenares de consumidores, sino que ahora se agrega una inmensa cantidad de sicofármacos y LSD y en el caso de Morteros en tiempos del intendente José Bría con una profunda crisis económica, con falta de posibilidades laborales y ante el aumento del precio de la droga por los movimientos del dólar con la finalidad de abaratar costos las substancias son estiradas para garantizar el mercado de consumo se incorporó el uso más letal del crack y está comenzando a ingresar Paco.

Cuatro décadas de impunidad
Los mercaderes de la muerte que operan en nuestra zona desde hace alrededor de cuarenta años en base a la complicidad por acción o por omisión tanto desde sectores políticos, judiciales como las fuerzas represivas se alimentan de las vulnerabilidades sociales, que ante la situación como la que estamos atravesando, aumentan cotidianamente y como consecuencia de ella la única posibilidad laboral que encuentran los sectores jóvenes es el narcomenudeo, profundizando el espiral del consumo y como resultado el crecimiento del negocio que en los últimos tiempos fue cambiando de paradigma al configurar una red de nodos de venta en toda la zona a los fines que ante el derribo de uno, no implique la perdida de ventas.
Desde la implementación de la lucha contra el narcomenudeo en la provincia de Córdoba, el tráfico se incrementó notablemente. Solo detienen al soldadito que atiende una boca de expendio, -algunas veces denunciado por sus jefes para sacarlo del circuito-, pero la misma no desaparece, solo cambia de domicilio. Termina siendo una necesaria pantalla para que quienes manejan el negocio en volumen a través de financiamiento para la compra, la venta en cantidades, la incorporación al circuito legal de las ganancias, las inversiones del producido entre otros eslabones del narco tráfico avancen de manera sostenida.
La represión a vendedores minoristas que pocas veces lo hacen con vendedores con un poco más de recursos, sino que en la mayoría de los casos detienen a personas con escasos recursos, hace que estos no se acerquen a los centros de ayuda para adictos por temor a ser criminalizado, entonces a ellos la prevención y el tratamiento de las adicciones, no llega, manifiestan especialistas en la materia quienes además apuntan que las instituciones del Estado que deberían trabajar para recuperar adictos para de esa manera reducir la demanda no le prestan ayuda a la gente que es detenido por narcomenudeo, entonces cuando recupera la libertad vuelven al circuito.
Desde la instalación de Gendarmería en San Francisco con jurisdicción en nuestra zona, el resultado fue el secuestro de escopetas a un grupo de personas que cazaban patos y la participación de allanamientos simultáneos en varias poblaciones de nuestra región en un operativo que realizó el entonces Juez Federal Mario Garzón. Pareciera que la droga a esta zona llega por arte de magia, porque cargamentos no se descubren.
Pasaron 32 años en que se estableció el día internacional de la lucha contra el uso indebido y el tráfico ilícito de drogas, para reforzar la acción y la cooperación con el fin de alcanzar una sociedad libre del consumo de drogas, en nuestra región, más allá de las actividades en adhesión a esa jornada que realizan los municipios, los hechos demuestran que lo que escasamente se hizo, no arrojó resultados, al contrario dejaron que se multipliquen la cantidad de consumidores, pero además permitieron se abran nuevos mercados para el crack, el paco, los sicofármacos entre otros.
El periodista Juan Federico hace poco días en uno de sus trabajos de investigación dijo: “Hace un tiempo se viene escribiendo una máxima que reza que aunque el narcotráfico genera los muertos y los focos de violencia en las periferias o en los márgenes de las ciudades, sus fenomenales ganancias por lo general terminan en el centro, en aquellas “cuevas” financieras que funcionan a la vista de cualquiera... que las quiera ver”.
Fuentes: El origen del poder narco en Santa Fe, Carlos del Frade, La Voz del Interior, Juan Federico, Conclusión y propias

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